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Mostrando entradas de enero, 2023

Los efectos en Munera del terremoto de Lisboa de 1755

Graciano Jiménez Moreno         El sábado 1 de noviembre del año 1755, festividad de Todos los Santos, se produjo un fuerte terremoto con su epicentro en el océano Atlántico a una distancia de varios cientos de kilómetros de Lisboa, la capital portuguesa. El fenómeno fue sentido en la totalidad de la península Ibérica, el norte de África y algunos lugares de Europa occidental, como el sur de Francia o el norte de Italia. También se percibieron sus efectos en islas del Atlántico como Cabo Verde, Azores, Madeira y Canarias, e incluso al otro lado del Atlántico.  El sur de Portugal y el oeste de Andalucía fueron las zonas más perjudicadas por la catástrofe, que ocasionó miles de víctimas y cuantiosísimos daños materiales.  En Lisboa, a l seísmo sucedieron un maremoto y un gran incendio, lo que causó la   destrucción  casi  total   de esa ciudad y la mayoría de las víctimas. Esta circunstancia hizo que el seísmo sea conocido como el terremoto de Lisboa.         Cuando se produjo el terremo

Alicia Chico, la última ganadera trashumante de reses bravas

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Graciano Jiménez Moreno         El martes 20 de diciembre de 2022 fallecía en Jaén, a los 59 años, la ganadera Alicia Chico García tras una dura lucha contra el cáncer. Esta ganadería es la única que ha mantenido la tradición de realizar la trashumancia de ganado bravo a pie, sin utilizar para ello camiones como ahora es lo habitual. Precisamente, a finales de noviembre, se había iniciado el traslado de más de cuatrocientas vacas bravas de la ganadería por una cuadrilla de vaqueros encabezada por Tomás González Rubio, mayoral de la casa. En este trayecto, que se realiza en unos treinta días, las reses recorren cerca de 50 0 kilómetros por cañadas y veredas entre las fincas familiares de la Sierra de Albarracín, en Teruel, y la que poseen en Vilches, en tierras jienenses, atravesando las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real.         El recorrido trashumante lo vienen haciendo dos veces al año. En noviembre, antes de que la hierba quede muerta y quemada por el frío, la vacada a