Anecdotario taurino munerense (I)
EL DÍA QUE MELQUIADES LÓPEZ «JUNQUERA» MATÓ EN MUNERA SU PRIMER NOVILLO
Con el título de ANECDOTARIO TAURINO MURENENSE iniciamos en el blog una serie de artículos para recordar hechos curiosos acaecidos en la centenaria plaza de toros de Munera (fue inaugurada el 22 de septiembre de 1913) o protagonizados por toreros o personajes munerenses.
En este primer
artículo nos remontamos al año 1942 para conocer las circunstancias y vicisitudes
que el joven Melquidades López Rubio «Junquera
II» vivió para llegar a estoquear el primer novillo de su carrera taurina.
Los carteles
de la feria de Munera del año 1942 anunciaban dos festejos para los días 22 y
23 de septiembre con cuatro novillos de la ganadería de Pascasio Quílez, de
Tarazona de
Al conocerse que el día 25 se lidiaría un novillo, José López «Junquera» avisó a su hermano Melquiades, que entonces contaba 16 años, para que fuese a Munera a participar en la capea. Así lo hizo el joven principiante en un viaje que no estuvo exento de peripecias pero que le permitió cumplir su objetivo: matar su primer novillo.
El día anterior a la becerrada Melquiades viajó en un tren de mercancías desde Albacete hasta Villarrobledo escondido en un tonel de vino vacío. Llevaba dos pesetas y las gastó en cenar un plato de habichuelas y dormir en la posada de Villarrobledo. Esa noche metió su ropa debajo del colchón para que los compañeros de habitación no se la quitasen mientras dormía. A la mañana siguiente se fue andando desde Villarrobledo hasta Munera y como no le quedaba ni un real en el bolsillo solo pudo comer algunas uvas por el camino que le ocasionaron los consiguientes problemas intestinales y le impidieron llegar a Munera con toda su indumentaria. Las fatigas del viaje las dio por bien empleadas el joven torero ya que esa tarde mató el primer novillo en su carrera taurina. Recordaba Melquiades que quería brindar la muerte del novillo a las hijas del matador de toros Vicente Barrera pero su hermano José, que esa tarde le ayudaba en la plaza, le convenció para que el destinatario del brindis fuese el cura párroco de Munera don Miguel Alcañiz. Así lo hizo Melquiades con una gorrilla que le prestaron y cuando fue a recogerla tras dar muerte al astado comprobó con grata sorpresa, avisado por los gestos que le hacía el cura para que mirase en su interior, que le había dejado un billete de 5 duros (25 pesetas) cogido con un alfiler.
Los
hermanos Junquera habían nacido en
Comentarios
Publicar un comentario