Toreros de Munera (IV). Los años 60 (segunda parte)

Graciano Jiménez Moreno

          En la feria del año 1965 fueron cuatro los munereños que hicieron el paseíllo vestidos de luces en la plaza de toros de Munera, aunque solo tres de ellos como espadas.

Cartel de la feria de 1965.

          Comenzó la feria taurina de ese año con una novillada en cuyo cartel se anunció el rejoneador José Ramón Alcaraz Durá, de Alicante, y los espadas Ángel Bonillo y Carlos de la Viña, el primero de Villarrobledo y el segundo de Madrid pero perteneciente a la conocida dinastía "de la Viña" afincada en Albacete. Ese día, junto a sus compañeros de paseíllo se encontraba un joven munereño, Juanito Ramírez, aunque como sobresaliente del rejoneador. La participación del Fortunero, como se conocía a Juanito, se indicaba de la siguiente manera: "En caso de no morir de los rejones será muerto a estoque por el famoso novillero de la localidad Juanito Ramírez". Finalmente fue el propio rejoneador quien echó pie a tierra para terminar con su novillo.

          Juan Ramírez de Lamo, nacido en Munera el 26 de diciembre de 1947, fue uno de los muchos jóvenes que acudieron en 1964 a la madrileña plaza de toros de Carabanchel buscando "la oportunidad" que ofrecía el programa conocido con ese nombre y promovido por Televisión Española y el diario Pueblo. En aquel coso, también denominado de Vista Alegre, desfiló Juan con decenas de maletillas entre los que se encontraban Palomo Linares, Ángel Teruel y Blas Romero el Platanito. Continuó Juan su andanza taurina interviniendo como espontáneo en algunas plazas, incluida la de Munera, y consiguió vestirse de luces el 22 de septiembre de 1965, como se ha dicho.

Juanito Ramírez el Fortunero (Munera, 5 de junio de 1980).

          Aunque el Fortunero figuró como espada en un festival anunciado en Munera para el 31 de mayo (festividad de la Ascensión del Señor) de 1973  no llegó a celebrarse el festejo y el munereño tuvo que esperar hasta el 25 de julio (festividad de Santiago Apóstol) del año siguiente para hacer el paseíllo, también en su pueblo, en un festival de noveles compartiendo cartel con otros tres espadas, dos de ellos de Munera: Gaspar Játiva y Juan José Peinado. Después de su participación en este festival volvió Juan al coso munerense para intervenir en una novillada el 5 de junio (festividad del Corpus Christi) de 1980 y en dos becerradas celebradas en 1982 y 1985.

          Volvamos al año 1965, al día 23 de septiembre, para hablar de los tres jóvenes toreros munereños que ese día intervinieron en una novillada sin caballos anunciada en los carteles como "la corrida de la oportunidad". El cartel estaba compuesto por los locales Pedro Ruiz Pedrés II, Daniel Martínez y Víctor Rubio el Tele, y el albaceteño Jesús Segura, que se encargaron de lidiar sendos novillos de la ganadería de don Daniel Ruiz. El público acudió a la plaza con pancartas para animar a sus paisanos y el festejo resultó muy entretenido. En la reseña del festejo que publicó el periódico de la capital La Voz de Albacete se reflejó así la labor de los diestros locales:

Pedro Ruiz Pedrés II, de Munera, buena faena para media. Ovación, dos orejas y vuelta.

Daniel Martínez, valiente para dos pinchazos. Ovación, dos orejas y rabo. Salió a hombros.

Víctor Rubio "El Tele", voluntarioso para dos pinchazos, estocada y descabello. Ovación, dos orejas y vuelta.

 

Munera, 23 de septiembre de 1965. De izquierda a derecha, los espadas munereños Pedro Ruiz, Víctor Rubio y Daniel Martínez con los médicos don José Martínez Martínez (izquierda) y don Ricardo Gregori Peris (derecha) y el empresario Pedro Fornés.

Munera, 23 de septiembre de 1965. Los tres diestros munereños antes de romper el paseíllo. En primer término, Daniel Martínez, detrás Víctor Rubio y Pedro Ruiz.

         Los cuatro espadas se disputaban esa tarde un capote de brega donado por el empresario de la plaza, Pedro Fornés. El premio estuvo expuesto en el escaparate de un establecimiento comercial de la calle Mayor y fue otorgado al novillero Daniel Martínez, quien lo recogió en un acto celebrado en el casino La Amistad.

Munera, 23 de septiembre de 1965. Daniel Martínez paseando triunfalmente los máximos trofeos.


Munera, 23 de septiembre de 1965. Daniel Martínez llevado a hombros por la calle de la Virgen.

          Daniel Martínez Peinado, nacido en Munera el 16 de mayo de 1943, fue alumno de la escuela taurina de Paquito Esplá, en Alicante, y desarrolló su actividad torera por plazas levantinas. Vistió su primer traje de luces el año 1962. Tras el éxito de su presentación en Munera, Daniel volvió a esta plaza en la feria de 1967, el 22 de septiembre, también en una novillada sin caballos. La reseña del diario La voz de Albacete decía lo siguiente sobre la actuación de Daniel en su segundo y último paseíllo en la plaza de su pueblo:

Daniel Martínez, faena valiente a su primero, premiada con ovación, oreja y vuelta. En su segundo, gran faena con pases de diversas marcas. Ovación, dos orejas, rabo y vuelta.

          Años más tarde, Su hijo Juan Daniel llegó a tomar parte como becerrista en festejos celebrados en este coso los años 1989, 1991, 1992 y 1993.

Daniel Martínez en la plaza de Munera el 22 de septiembre de 1967.

          El también torero munereño Pedro Ruiz Ruiz, que pronto dejaría tan difícil actividad, se instaló en Venezuela, volviendo en algunas ocasiones a Munera, y en aquel país falleció hace ya algunos años.

Pedro Ruiz Pedrés II


Pedrés II toreando al natural.

          Víctor Rubio Navarro nació en Munera el 8 de julio de 1949. En su primer festejo en esta plaza se anunció como el Tele haciendo referencia a la profesión de su padre, telegrafista en la localidad, pero más tarde cambiaría este sobrenombre por el de Vitín. La siguiente actuación de Víctor en el coso munerense tuvo lugar el 28 de mayo de 1970 (festividad del Corpus), interviniendo como espada en la parte seria del espectáculo cómico-taurino-musical Los Calderones. Aunque inicialmente figuró en los carteles de la feria de ese mismo año no llegó a intervenir en la correspondiente novillada. En la feria de 1971 volvió a hacer el paseíllo en Munera, pero esta vez en una plaza portátil. Pedro Fornés decidió no abrir las puertas de su plaza de toros en señal de luto por el fallecimiento de su madre ese año y el empresario taurino Juan Martínez Encarnación se encargó de organizar los espectáculos taurinos de la feria en una portátil. En la novillada que se celebró el 23 de septiembre intervino Vitín acompañado de dos espadas albaceteños: Julio González, hermano del maestro Dámaso, y Juanito Martínez, hijo del empresario. El periodista Antonio Molina publicó una crónica del festejo en La Voz de Albacete en la que resumió así la labor del novillero munereño:

"Vitín", es el fenómeno juvenil de Munera. Ya le conocíamos de anteriores festejos, pero este año ha toreado muy poco. Y sin práctica no se puede progresar como es debido en profesión tan difícil. Pone Vitín, muchísimo valor, voluntad a raudales y luce con el capote. La faena a su primero, con la valentía reúne destellos de arte estimables. Mata decidido y cobra una oreja. También se llevará un apéndice del segundo, con el que el muchacho sigue con idéntico coraje y entrega, ganando a pulso los aplausos de la parroquia, aunque mató muy mal y por eso renunció al trofeo y a la vuelta.

          Víctor Rubio actuó en su pueblo dos tardes más en novilladas sin caballos antes de presentarse ante sus paisanos con picadores. Esos dos festejos se celebraron en 1973, el 21 de junio (festividad del Corpus) y el 22 de septiembre, con importantes triunfos del torero local: cuatro orejas y un rabo y tres orejas y rabo, respectivamente.

          El 13 de junio de 1974 Vitín hacía su primer paseíllo en Munera acompañado por los del castoreño. Para el día del Corpus, fecha con tradición taurina en Munera, Pedro Fornés había organizado esta novillada con picadores con reses de doña Amparo Mora, de la Carolina (Jaén), en la que el munereño figuraba en el cartel junto al murciano Luis Sánchez Guerrita y el albaceteño Antonio Poveda. Esa tarde solo pudieron saltar al ruedo tres novillos. Las malas condiciones del piso, como consecuencia de la fuerte lluvia que cayó con gran aparato eléctrico a partir del segundo novillo, obligaron a suspender el festejo en su ecuador. El semanario Crónica de Albacete, dirigido por Demetrio Gutiérrez Alarcón, comentó así la labor de Vitín en el único novillo que lidió.

Víctor Rubio "Vitín" progresa rápidamente, y camino lleva de convertirse en uno de los ídolos populares del toreo albacetense. Inédito todavía en la capital, está cosechando importantes triunfos en plazas de la región, siendo de notar el éxito alcanzado en la de su pueblo, Munera, el pasado día 13, festividad del Corpus, bajo un aguacero que obligó a suspender la corrida al finalizar la lidia del tercer novillo. El auténtico diluvio, que inundó la Plaza, no fue impedimento para que "Vitín" le cortara las orejas a su enemigo, al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas, para seguir con una faena llena de valor y arte, que culminó de pinchazo y estocada. A hombros le sacaron los entusiastas, pese a la lluvia torrencial.

Cartel de la presentación de Vitín con picadores en Munera. 13 de junio de 1974.


Munera, 13 de junio de 1974. En el patio de caballos, de izquierda a derecha, Antonio Poveda, Víctor Rubio Vítín, Luis Sánchez Guerrita y el empresario Pedro Fornés.

Vitín en Casas Ibáñez (31 de agosto de 1974).

          En la feria del año 1975 Vitín hizo su último paseíllo en Munera vestido de luces. En la novillada picada del día 22 de septiembre el espada munereño cortó una oreja en su primer novillo y dos en el segundo, saliendo a hombros de la plaza junto a sus compañeros Javier Batalla y Chiquito de la Mancha. El año siguiente, el 17 de junio, festividad del Corpus Christi, Vitín participó en un festival a beneficio de la iglesia de Munera, lo que supondría su última actuación en el coso de su localidad natal.

Vitín toreó por última vez en Munera vestido de luces el 22 de septiembre de 1975. Esa misma feria, el día 24, el también munereño Gaspar Játiva actuó en la parte seria del espectáculo cómico-taurino-musical La Revoltosa.
 

Vitín en su última actuación en Munera (17 de junio de 1976).

           Vitín había debutado con picadores en Ontur (Albacete) el 19 de marzo de 1973. Durante la temporada de 1974 tomó parte en casi una veintena de novilladas, cifra que incrementó hasta 23 el siguiente año. Toreó su último festejo en 1976, en la localidad murciana de Cehegín. Posteriormente fue empresario y propietario de la plaza de toros de Munera, hasta que en el año 2014 pasó a ser de propiedad municipal.

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